tag:blogger.com,1999:blog-71320884978410357812024-02-20T23:13:56.519-08:00Nevo celular melanocítico (lunares)Unknownnoreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-7132088497841035781.post-56384657736514614552008-03-12T11:46:00.000-07:002008-06-23T04:21:28.714-07:00<span style="COLOR: rgb(102,0,0)">Nevus melanocíticos</span><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(0,0,153)">Introducción<br /><br /></span>Presentamos una guía práctica sobre la conducta a seguir ante las neoplasias<br />benignas de melanocitos que con mayor frecuencia encontrará el pediatra de Atención Primaria:<br />los nevus melanocíticos (NM). Cada vez son más frecuentes las consultas relacionadas con<br />la benignidad o malignidad de las lesiones pigmentarias de la piel, así como sobre la necesidad<br />o no de su extirpación. La importancia de estas tumoraciones radica en los problemas estéticos<br />que pueden originar, la posible asociación con otras malformaciones y en, algunos de ellos, el<br />riesgo de ser origen de un melanoma.<br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Concepto </span></strong><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)"><br /></span></strong>El nevus melanocítico es una proliferación anormal pero benigna de los melanocitos de la piel<br />que tienden a agruparse en nidos o tecas. Aunque pueden estar presentes en un 1% de los<br />neonatos, suelen iniciar su aparición a partir de los 6-12 meses e ir aumentando en número y<br />tamaño hasta alrededor de los 25 años. Es esencial diferenciar en la anamnesis los nevus<br />presentes desde el nacimiento o en los primeros meses de la vida (nevus melanocíticos congénitos, NMC), de los que aparecen durante la vida del individuo (nevus melanocíticos adquiridos).<br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocíticos congénitos<br /></span></strong>Se conocen como NMC a aquellas proliferaciones de melanocitos que se encuentran presentes<br />al nacer. Sin embargo, algunos NM aparecidos durante los primeros meses de vida alcanzan<br />con posterioridad el tamaño y las características de los NMC. Esta definición resulta de escasa<br />utilidad y de difícil aplicación, ya que debemos confiar en el relato subjetivo del propio paciente<br />o en el de su familia para determinar su carácter congénito. Desde el punto de vista clínico, la<br />distinción no es posible en el caso de lesiones de pequeño tamaño, mientras que cuando su<br />diámetro supera los 1.5 cm, los NM podrán ser considerados congénitos. Desde una perspectiva<br />microscópica, se han descrito una serie de criterios que, aunque pueden considerarse válidos<br />para la mayoría de los nevos, carecen de la especificidad y sensibilidad necesarias para emplearse como único elemento de juicio. Estas características microscópicas son: la presencia de tecas de melanocitos profundas, la localización de las mismas alrededor de los anejos y el<br />hecho de que, con frecuencia, éstas disecan las fibras de colágeno de la dermis. Las estrategias<br />dirigidas a diferenciar los nevus melanocíticos adquiridos (NMA) de los NMC carecerían de<br />sentido si no fuese por el mayor potencial de transformación a melanoma que se atribuye a los<br />NMC, siendo el riesgo de malignización directamente proporcional a su tamaño. Por dicho<br />motivo, la clasificación de los NMC toma como punto de referencia su tamaño. Se consideran<br />NMC de pequeño tamaño a aquellos de menos de 1.5 cm de diámetro, nevus melanocíticos<br />congénitos gigantes (NMCG) a los mayores de 20 cm y NMC medianos o intermedios al resto,<br />es decir, a los que miden entre 1.5 cm y 20 cm. La incidencia global de los NMC se calcula<br />alrededor del 1%. La mayor parte de ellos son de pequeño tamaño. En el momento de nacer y<br />durante los primeros meses de vida los NMC son generalmente máculas de color marrón claro.<br />Con el tiempo, especialmente en la pubertad, su superficie se eleva de modo uniforme, pudiendo<br />mostrar un aspecto abollonado, cerebriforme o lobular. La pigmentación de los NMC puede<br />ser homogénea o mostrar varias tonalidades de marrón y negro en un mismo nevo. Los bordes<br />acostumbran a ser regulares y bien definidos en los de pequeño y mediano tamaño y algo más<br />imprecisos en los gigantes. Algunos NMC muestran pelos terminales gruesos y pigmentados en<br />su superficie ya en el momento de nacer, mientras que otros se desarrollarán durante los dos<br />primeros años de vida o incluso en la edad adulta. Los NMCG presentan, además de su tamaño,<br />algunas características clínicas que facilitan su diagnóstico, como son: la presencia casi<br />constante de pelos terminales en su superficie, los distintos tonos de marrón y negro en su<br />coloración y su distribución, por orden decreciente, en el tronco, las extremidades y la cabeza,<br />adoptando en ocasiones una morfología curiosa («en bañador», «en capelina», etc). Además,<br />presentan con frecuencia nevus melanocíticos «satélites» en su vecindad. No es raro observar el<br />desarrollo de nódulos de entre pocos milímetros a varios centímetros en su superficie. El crecimiento lento y la falta de ulceración de estos nódulos, nos orientará hacia la benignidad del<br />proceso. Sin embargo, el desarrollo de un melanoma sobre el nevus puede iniciarse de forma<br />similar, de modo que se recomienda llevar a cabo el estudio histológico de estas proliferaciones<br />en todos los casos.<br />Los nevus gigantes del área de la cabeza y cuello pueden asociarse a afectación neurológica<br />por infiltración leptomeníngea y de otras estructuras del sitema nervioso central, con aparición<br />de hidrocefalia, retraso mental y melanomas en esta localización (malanosis neurocutánea). En<br />los que afectan la zona dorsal media puede existir espina bífida y otras anomalías vertebrales y<br />medulares. Los NMCG de las extremidades pueden asociarse a malformaciones óseas.<br />El diagnóstico diferencial de los NMC en el neonato incluye diversas lesiones pigmentadas<br />(Tabla 1). <span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Tabla 1. Clasificación de las proliferaciones de melanocitos<br /></span><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Lesiones melanocíticas intraepidérmicas<br /></span>Léntigo simple<br />Léntigo actínico<br />Léntigo de mucosas<br /><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocíticos<br /></span><span style="COLOR: rgb(51,102,102)">Nevus melanocíticos congénitos</span><br />De pequeño tamaño<br />De mediano tamaño<br />De gran tamaño o gigantes<br /><span style="COLOR: rgb(51,102,102)">Nevus melanocíticos adquiridos</span><br />Nevus melanocítico juntural<br />Nevus melanocítico compuesto<br />Nevus melanocitico intradérmico<br />Nevus melanocítico atípico<br /><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Variantes de nevus melanocíticos<br /></span><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Relación entre nevus melanocítico congénito y melanoma<br /></span></strong>En los NMCG se ha determinado que el riesgo de desarrollar un melanoma durante los primeros<br />quince años de vida se sitúa alrededor del 6%. La malignización de los NMCG, cuando ocurre, tiene lugar durante los primeros mesesaños de la vida. Así, el 70% de los melanomas malignos sobre NMCG aparecen antes de la pubertad, el 60% antes de los 10 años y el 50% antes de los 3 años. Como veremos en el apartado de terapéutica, estos datos fundamentan la difícil decisión de indicar la exéresis de los NMCG en períodos muy precoces de la vida.<br />A pesar de que los NMC de pequeño y mediano tamaño constituyen la inmensa mayoría de los<br />NMC, existen pocos estudios que valoren su potencial de transformación maligna y cuando<br />esto ocurre, sólo excepcionalmente lo hace antes de la pubertad, dato éste de gran trascendencia<br />a la hora de adoptar una actitud práctica ante estas lesiones.<br /><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocíticos adquiridos<br /></span></strong>Los nevus melanocíticos junturales, compuestos e intradérmicos representan estadios evolutivos distintos de un mismo proceso, cuya historia natural clínica se corresponde con su evolución<br />histopatológica (Tabla 2).<br /><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Tabla 2. Fases evolutivas de los nevus melanocíticos adquiridos<br /></span><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocítico juntural<br /></span>Sinónimo: nevus de unión<br />Histología: proliferación melanocitaria en la unión dermoepidérmica<br />Edad: infancia<br />Lesión elemental: mácula o pápula poco sobreelevada<br />Color: marrón oscuro o negro homogéneo<br />Forma: redondeada, elíptica u ovalada<br />Superficie: lisa<br />Tamaño: 1 mm a 1 cm<br />Pelo: ausente<br /><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocítico compuesto<br /></span>Sinónimo: nevus mixto<br />Histología: proliferación melanocitaria en la unión dermoepidérmica y en<br />la dermis superficial<br />Edad: pubertad y edad adulta<br />Lesión elemental: pápula ligeramente sobreelevada<br />Color: marrón claro o color piel normal<br />Forma: redondeada<br />Superficie: lisa o verrucosa<br />Tamaño: 5 mm a 1 cm<br />Pelo: puede estar presente<br /><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocítico intradérmico</span><br />Sinónimo: nevus celular<br />Histología: proliferación melanocitaria en la dermis<br />Edad: edad adulta y senil<br />Lesión elemental: pápula hemisférica, sésil o pediculada<br />Color: color piel normal<br />Forma: redonda<br />Superficie: lisa o papilomatosa<br />Tamaño: de pocos milímetros a algunos centímetros<br />Pelo: pelo terminal pigmentado en su interior<br /><br /><br />En la edad infantil se inicia una proliferación de melanocitos en la unión dermoepidérmica, por lo que la mayoría de NM presentes en estas edades son de tipo juntural. Con el paso del tiempo, los nidos de melanocitos migran hacia la dermis papilar, dando lugar a los nevus melanocíticos compuestos. Posteriormente el componente juntural disminuye y sólo quedan los melanocitos dérmicos, dando lugar al NM intradérmico. El estadio final de un NM es un apéndice cutáneo del color de la piel normal en el que se aprecian muy pocas células névicas, escaso pigmento y algunos adipocitos.<br />Desde el punto de vista clínico, los nevus junturales son pequeños (1 mm a 1 cm), redondos o<br />elípticos y planos o mínimamente elevados. Su color puede variar desde marrón claro al negro.<br />Los nevus compuestos son pápulas redondas de color marrón menos intenso. Los nevus<br />intradérmicos son pápulas hemisféricas de superficie lisa o papilomatosa, de tacto duro, a<br />veces blando, pero elástico y poco o nada pigmentadas. Además, por su aspecto y las características de su superficie se han denominado verrucosos, cerebriformes, polipoides, en mora, etc.<br />Los NM pueden localizarse en cualquier zona de la piel, incluso en la unión cutáneomucosa, en<br />la cavidad oral, la laringe, las uñas, la conjuntiva ocular, los genitales externos y las zonas acras,<br />incluyendo las palmas y las plantas.<br /><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Diagnóstico y diagnóstico diferencial </span></strong><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)"><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">El diagnóstico de los NM puede hacerse clínicamente la mayoría de las veces; sin embargo,</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">cuando existen dudas al respecto debe recurrirse a la biopsia.</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">El diagnóstico diferencial de los NM incluye un gran número de entidades que variarán dependiendo del tipo de nevo que consideremos (Tabla 3).<br /><br /></span><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Tabla 3. Diagnóstico diferencial de las neoplasias benignas de melanocitos</span><br /><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocítico adquirido</span><br /><span style="COLOR: rgb(51,153,153)">Nevus melanocítico juntural<br /></span><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Tatuaje traumático</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Hemangioma trombosado</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Hemorragia intracórnea traumática</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Melanoma</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Léntigo</span><br /><span style="COLOR: rgb(51,153,153)">Nevus melanocíticos compuestos e intradérmicos</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Molluscum contagiosum</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Verruga</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Hiperplasia sebácea</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Acrocordón</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Melanoma</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Dermatofibroma</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Neurofibroma</span><br /><span style="COLOR: rgb(51,153,153)">Nevus de Spitz</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Granuloma piogénico</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Dermatofibroma</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Xantogranuloma juvenil</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Melanoma maligno amelanótico</span><br /><span style="COLOR: rgb(51,153,153)">Nevus azul<br /></span><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Melanoma</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Tatuaje</span><br /><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus melanocítico congénito</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Nevus melanocítico adquirido</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Melanoma</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Nevus spilus</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Neurofibroma plexiforme</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Mancha mongólica</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Hamartoma congénito de músculo liso</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Nevus epidérmico y sebáceo</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Nevus de Becker</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Manchas café con leche</span><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Relación entre nevus melanocítico adquirido y melanoma</span></strong><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)"><span style="FONT-WEIGHT: bold"><br /></span>Hay que diferenciar el NM como lesión precursora de melanoma maligno y el NM como marcador de riesgo para el desarrollo de melanoma. En relación al primer punto, aunque es incuestionable la transformación maligna de algún NM adquirido, la probabilidad de que esto ocurra se estima en 1/100.000 nevus y la probabilidad de que el paciente muera como consecuencia de ello de 1/500.000. Este riesgo estimado no justifica en absoluto la exéresis sistemática de los NM adquiridos. Por otra parte, la presencia de múltiples NM parece que incrementa el riesgo de padecer un melanoma.</span><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)"><br />Nevus melanocíticos atípicos</span></strong><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Los NM atípicos son, para algunos autores, lesiones intermedias tanto clínica como</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">histológicamente entre los NM y la fase de crecimiento radial de un melanoma maligno. Los</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">NM atípicos pueden ser un predictor independiente del riesgo de melanoma. Existen dos tipos</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">de NM atípicos, los esporádicos y los que aparecen en el contexto del síndrome del nevo diaplásico familiar. Las características clínicas e histológicas son similares en ambas formas, por lo que las comentaremos conjuntamente.</span><br /><br /><br /><div style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Las características clínicas del NM atípico vienen definidas por una morfología asimétrica, la<br />variedad de color con áreas marrón claro y oscuro, incluso áreas despigmentadas, los bordes<br />irregulares y angulosos, y un tamaño entre 5 y 10 mm, aunque pueden ser mayores. Estas<br />características son, en pequeño, prácticamente las mismas que se utilizan para describir un<br />melanoma (asimetría, bordes irregulares, color no homogéneo y diámetro superior a 6 mm).<br />Pueden ser únicos o múltiples, esporádicos y familiares, y se localizan fundamentalmente en el<br />tronco y en los brazos, aunque pueden aparecer en cualquier otra localización.<br />El diagnóstico de NM atípico no es fácil ya que está sujeto a ciero subjetivismo por parte del<br />clínico. En este sentido, dado que los criterios clínicos para el diagnóstico del NM atípico y del<br />melanoma se solapan, hay que recurrir a otros criterios. Mientras que los NM atípicos son<br />lesiones que permanecen estables y no cambian de color ni de forma, ni aumentan de tamaño<br />de forma rápida con el tiempo, los melanomas sí cambian de tamaño, morfología y color de<br />forma apreciable en pocos meses. Por este motivo, cuando hay dudas, un seguimiento clínico e<br />iconográfico de la evolución temporal de los NM atípicos será fundamental. </div><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Síndrome del nevus displásico familiar<br /><br /></span></strong><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Antiguamente denominado B-K mole syndrome en referencia a la primera inicial de los apellidos</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">de las dos familias en las que fue descrito este síndrome, está definido epidemiológicamente</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">por familias en las cuales dos o más familiares de sangre han sido diagnosticados de melanoma</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">y varios miembros más tienen NM atípicos. En estas familias, aproximadamente el 50% de los</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">miembros están afectos, por lo que se considera que tienen una transmisión autosómica dominante, de penetrancia y expresividad variable. En estos casos, los NM atípicos suelen desarrollarse durante la infancia, su número ronda las cien lesiones y se distribuyen fundamentalmente por el tronco. El riesgo de desarrollar un melanoma a lo largo de la vida en los pacientes afectos se acerca al 100%, con una probabilidad de hacerlo del 56% entre los 20 y lo 59 años. Sin embargo, los pacientes no afectos de las mismas familias no tienen un aumento de riesgo. Por otra parte, los pacientes con el síndrome que ya presentaron un melanoma, tienen mayor riesgo de desarrollar un segundo melanoma primario. </span><br /><br /><br /><span style="COLOR: rgb(0,0,153)"><strong>Variantes del nevus melanocítico</strong> <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5176949705974980706" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6pX4xIjFXGsPCvLlYD_FkAPFnXu_gVYLmiLYZEGWpxRhtJR7Cr0uCLbNASIbNrKg0BGPE3gPX-0egfxnOy2BRHwz6I_FnYUL249Mkwu_zjYevzSiHD0sUm8YDwwaVxaPpiYOOh-E_SMw/s400/imageIN0.jpg" border="0" /></span><br /><br /><span style="COLOR: rgb(0,0,153)"><br /></span><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Existen una serie de variedades clínicopatológicas del nevo melanocítico que conviene reconocer</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">porque son distintas y, a veces, plantean un diagnóstico diferencial clínico con el melanoma. </span><br /><br /><br /><span style="COLOR: rgb(0,0,153)"><strong><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus de Spitz</span></strong> <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5176949705974980722" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsWSA25Ar0PzZrB4mMkw8cfr6a_HAszEF9DSx226xYBF2OGyHCRe0TMtSBlkiIiAvtSIIhgy7qA_9elLhyphenhyphene0-dweJUh2q49GMSJNAxjzmApm8DsmlrQmHLR9HoO5DtdknZErXuX_mWOfU/s400/cbl1_h17.jpg" border="0" /><br /></span><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Se trata de una lesión totalmente benigna que puede confundirse histológicamente con un</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">melanoma. Las lesiones son nódulos rojizos, que pueden sangrar con facilidad y alcanzan</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">hasta 1-2 cm de diámetro. La mayoría de ellos aparecen en niños y adolescentes y la localización</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">más habitual es en la cara.</span><br /><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus azul</span></strong> <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5176949710269948034" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggAxqJT3fROkGWeMdfmkSJMiTNOyt95sQ1FDiUP_NEIS2LsFI4ox2d8UZgvvMcSZfiR7aQNiCsyY8SerekpMs_sOqV6-mfeUxcGE5ftNY7mxSL3B4wFjMnxhdP1JDQan1blPh4NIbqhC8/s400/Nevus_Azul.jpg" border="0" /><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Se presenta en forma de pápula hemisférica bien delimitada, de superficie lisa y brillante y color</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">entre gris-azulado y azul-negro. Esta coloración es debida a la presencia de melanocitos en la</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">dermis media y profunda. Alrededor de la mitad de los nevus azules se localizan en el dorso de</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">las manos y de los pies, las muñecas y los glúteos. Puede plantear el diagnóstico diferencial con</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">el melanoma nodular, pero su estabilidad clínica, la homogeneidad en el color y en los bordes,</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">así como la ausencia de atipia citológica y de mitosis, permiten diferenciarlos fácilmente.</span><br /><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Nevus de Sutton o halo nevus <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5176949714564915346" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0QUpPZ9tzYqdnkQQWUmBOzLityLx50wLArztLc_1AjNEcAh8hLnku7mQxHZoEgyXh0lef2kloPZ00raYh21umawKa0Y-qTUTFAi22wqJykyt1kab_CAjtIgIr35_0vNwvpthMtfYr_uY/s400/halonevus4.jpg" border="0" /><br /></span></strong><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Consiste en la aparición en uno o varios NM de un halo acrómico a su alrededor que, en</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">ocasiones, conduce a la hipocromía del nevo e incluso a su desaparición. Este fenómeno ocurre</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">con mayor frecuencia en niños y adolescentes y, sobre todo, en la espalda. Traduce un fenómeno</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">de autoinmunidad contra las células del nevus. Este proceso dura de uno a dos años y la</span><br /><span style="COLOR: rgb(0,0,0)">mácula acrómica tiende a pigmentarse de nuevo con el tiempo.</span><br /><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Tratamiento<br /></span></strong><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">La mayoría de los NM no deben tratarse y es fundamental asegurar al paciente que no representan ningún peligro. Existen una serie de situaciones en las que se puede plantear un tratamiento quirúrgico (Tabla 4).</span><br /><br /><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Tabla 4. Tratamiento quirúrgico de los nevus melanocíticos<br /></span>Historia familiar de melanoma o de nevus displásico<br />Localización en zonas de difícil autocontrol<br />Localización en zonas sometidas a irritación continuada<br /><span style="COLOR: rgb(51,153,153)">Localizaciones especiales</span><br />Mucosa oral y genital<br />Partes acras<br />Matriz y lecho ungueal<br /><span style="COLOR: rgb(51,153,153)">Pacientes de fenotipo I-II sometidos a exposición solar habitual u otras fuentes de radiación<br />ultravioleta</span><br /><span style="COLOR: rgb(51,153,153)">Características clínicas de la lesión que sugieran malignidad/atipia clínica<br /></span>Asimetría<br />Borde irregular<br />Color heterogéneo<br />Tamaño superior a 6 mm<br />Evolución atípica<br />Aparición de sintomatología asociada (prurito, dolor)<br />Aumento rápido de tamaño<br />Cambio en su superficie<br />Sangrado espontáneo<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">La exéresis quirúrgica en huso es el tratamiento de elección de las lesiones pigmentarias en las</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">que existen dudas diagnósticas, de los NM atípicos y de los NMCG. En los NMCG puede efectuarse la exéresis por tiempos, con exéresis parciales en huso cada cierto tiempo, hasta conseguir la exéresis total o utilizar los expansores tisulares para ganar tejido.</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">El rebanado de la parte sobresaliente del nevus es una técnica que puede utilizarse en el caso</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">de NM intradérmicos. Con ella pueden obtenerse buenos resultados estéticos, aunque a veces</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">son sólo temporales porque la lesión recidiva parcialmente. Sea cual sea la técnica utilizada</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">para la exéresis de la lesión, la pieza debe colocarse en un recipiente que contenga una solución</span><br /><span style="COLOR: rgb(0,0,0)">de formol al 10% para su estudio histológico posterior.</span><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,102,0)">Actitud ante los nevus melanocíticos congénitos</span></strong><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">El potencial de malignización de los NMC, como hemos comentado, ha sido y es todavía fuente</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">de polémica. En síntesis, existen dos enfoques posibles: quirúrgico y conservador. Por actitud</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">conservadora entendemos no sólo la vigilancia periódica por parte del médico, sino la</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">autovigilancia por parte de los padres y más adelante por parte del propio paciente. La decisión</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">final debe ser el resultado de una valoración individualizada tomando como referencia los</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">siguientes factores: el riesgo de malignización, los riesgos derivados de la intervención quirúrgica</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">y de la anestesia, los resultados funcionales y estéticos, y los aspectos económicos. En general,</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">se extirparán los NMCG, pero nunca antes de los seis meses de vida.</span><br /><br /><br /><span style="COLOR: rgb(0,102,0)"><strong>Actitud ante los nevus melanocíticos atípicos</strong></span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">La labor del pediatra de Atención Primaria es la detección de los pacientes con NM atípicos</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">para derivarlos al dermatólogo, quien se encargará de su seguimiento. Ante un paciente con un</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">NM atípico pueden plantearse varias opciones. Si se trata de una lesión única, se puede extirpar</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">o recomendar su seguimiento. Cuando hay múltiples lesiones, la biopsia o exéresis de las mismas</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">no suele ser posible, por lo que se aconseja el seguimiento periódico de los pacientes. Es</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">fundamental diferenciar los pacientes con NM atípicos esporádicos y los afectos del síndrome</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">del nevo displásico familiar. En estos últimos, las revisiones deben realizarse cada 4 meses; en</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">el resto de los nevus se ha establecido que un control anual es suficiente. Cuando se observe</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">algún cambio, la lesión debe ser biopsiada de forma incisional o excisional. Los pacientes con</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">nevus atípicos deben ser educados para que eviten factores carcinogénicos como la radiación</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">ultravioleta solar o la de fuentes artificiales de bronceado (UVA) y que aprendan a efectuarse</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">periódicamente una autoexploración cutánea sistematizada para detectar precozmente la aparición de un melanoma. Para el seguimiento, la fotografía convencional o digital puede ser útil. Otra técnica de exploración es la epiluminiscencia, que permite examinar de forma más precisa</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">las lesiones pigmentadas mediante un microscopio-lupa de 10-35 aumentos. Este método se</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">ha desarrollado en los últimos diez años y se han establecido patrones que pueden ser de gran</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">ayuda para el estudio no invasivo de las lesiones melanocíticas de naturaleza dudosa.</span><br /><br /><br /><strong><span style="COLOR: rgb(0,0,153)">Bibliografía<br /></span></strong><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">1. Bleehen SS, Ebling FJG. Transtornos del color de la piel. En: Rook A, Wilkinson DS, Ebling</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">FJG, Champion RH, Burton JJL, eds. Tratado de Dermatología (4ª ed). Barcelona: Doyma,</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">1989; 1683-1747</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">2. Cockerell CJ, Johnson TM, Swanson NA. Melanocytic nevi. En: Arndt KA, Le Boit PE, Robinson</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">JK, Wintroub BU, eds. Cutaneous medicine and surgery. Philadelphia: WB Saunders Company,</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">1996;1561-1575</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">3. Ferrándiz C. Actitud ante los nevus melanocíticos congénitos. Piel 1994; 9:163-165</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">4. Halpern AC. Precursor melanocytic lesions. En: Miller SJ, Maloney ME, eds. Cutaneous</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">oncology. Oxford: Blackwell Science, Inc, 1998; 224-234</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">5. Hurwitz S. Pigmented nevi. Semin Dermatol 1988; 7:17-25</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">6. Mayce JC, Ackerman AB. Pigmented lesions of the skin. Clinicopathologic correlations.</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">Philadelphia: Lea & Febiger, 1987</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">7. Mosher DB, Fidzpatrick TB, Eisen AZ, Wolff K, Freedberg IN, Austen KF, eds. Dermatología</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">en medicina general (3ª ed). Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana, 1988; 930-1016</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">8. Navarra R, Ferrando J. Nevus melanocíticos. Piel 1988; 3:20-27</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">9. Ribera M, Paradelo C. El sol y la piel. Fotoprotección y filtros solares. Medicina Integral 1997;</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">30-64-71</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">10. Rex J, Ribera M. Un nevus melanocítico. Medicina Integral 1999;33:207-217</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)">11. Sánchez Conejo-Mir J. Clínica del nevo displásico. Piel 1992;7:291-295</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal;color:#000000;" >12. Rex Cavallé, J, Ferrándiz Foraster, C. Nevus melanocíticos. Aeped. <a href="http://www.aeped.es/protocolos/dermatologia/dos/15.pdf">http://www.aeped.es/protocolos/dermatologia/dos/15.pdf</a></span> <span style="color:#000000;">2008<br /></span><br /><span style="color:#000000;">2008</span><br /></span></strong>Unknownnoreply@blogger.com2